El primer paso es preparar un «perfil ciego» de la empresa, que da una perspectiva de la empresa al potencial comprador sin revelar su identidad. Al mismo tiempo se prepara un informe detallado (‘Confidential Information Memorandum’, CIM), que incluye datos relevantes de la compañía. En una primera instancia las compañías interesadas reciben el perfil ciego. Si demuestran un interés real, entonces se les envía el CIM, una vez firmado un contrato de confidencialidad (NDA).

En esta fase se continúa analizando qué empresas son los candidatos más adecuados para la compra de la empresa. Para ello se cuenta con una amplia red de contactos, así como bass de datos y otros recursos.

Se purga una lista inicial de candidatos después de un análisis exhaustivo. Los candidatos que quedan son contactados. El resultado es una lista reducida de candidatos, a los que se invitará a conocer en más profundidad la empresa.

Se debe calcular un valor de la empresa, basado en criterios diversos de valoración. Al mismo tiempo es necesario conocer los criterios de valoración de los compradores, y qué valor pueden aportar a la empresa.

Una vez seleccionado el candidato más idóneo para la compra de la empresa, es necesario preparar una Carta de Intenciones (LoI) que recoja el precio ofertado y los términos generales de la operación. Normalmente es una oferta vinculante, ligada a los resultados de la Due Diligence.

El siguiente paso es la ejecución de una «Due Diligence» por parte del comprador. Esta Due Diligence contempla aspectos financieros, legales y otras áreas de la empresa.

En la fase final se redacta el contrato de compra-venta por parte de legalistas mercantiles. Normalmente es responsabilidad de la parte adquirente BORSUB puede gestionarlo por la parte vendedora si se solicita. Trabajamos mano a mano con los asesores legales de la parte compradora para garantizar la defensa de sus intereses.